Primeras Estadísticas del 2005


El día de ayer el Instituto Nacional de Estadística publicó en Internet varios informes estadística. Aunque el hecho no es una novedad pues este vento se repite con cuidada regularidad todos los meses del año, la información de este mes puede, por varias razones, despertar algún interés. ¿Confirma la nueva información la enorme energía que manifestó el aparato productivo en los dos últimos meses del año pasado? ¿Tienen las fuerzas que parecen regir la expansión fortaleza requerida para provocar un claro y vigoroso proceso de crecimiento económico en todo este año, o, en los próximos meses las veremos apagarse? Preguntas difíciles que desafortunadamente no puedo contestar todavía con un grado razonable de certidumbre ya que la nueva información vuelve a contener un balance sorprendente de determinaciones positivas y negativas. Explico con mayor precisión a continuación.

Podemos, quizás, empezar notando que la tasa de crecimiento del PBI manifiesta cuando la comparamos con la de octubre o diciembre una visible disminución. El INE, en efecto, informó que la producción nacional en enero del 2005 alcanzó, respecto a similar mes en el 2004, un crecimiento de 5, 26 por ciento. Si bien esta tasa es mayor a la conseguida, en promedio, el año pasado, el resultado sugiere que el proceso de expansión pierde intensidad. ¿Qué explica esta desaceleración? En principio, el problema parece estar en el mediocre crecimiento del sector primario de la economía. La Agricultura, por ejemplo, creció solo 1,53 por ciento; la Minería Metálica disminuyó en 2,23 por ciento; la Pesca en 0,42 por ciento; la manufactura que procesa materias primas en menos 6, 64 por ciento. En marcado contraste, con esta casi alarmante situación, la producción de Petróleo Crudo y Gas Natural se incrementó en 30,06 por ciento y, en consecuencia, explica, casi la totalidad del Crecimiento en este importante subsector de nuestra economía. Aunque el desempeño de la Pesca y la Agricultura es desafortunada la causa que motiva el mismo, es decir, el clima, tiene sólo un carácter transitorio y, por esta razón, en principio no debe causar mayor preocupación. Sin embargo, el comportamiento de la Minería Metálica, el gran motor de la economía peruana, es sin duda paradójico y difícil de explicar con variables económicas. ¿Cómo es posible que en una coyuntura internacional donde predominan los mercados de vendedores y las altas cotizaciones internacionales se registre una disminución en la cantidad producida de varios metales importantes? La producción de oro, por ejemplo, disminuyo en 12, 22 por ciento; la de zinc en 7, 15 por ciento y la de hierro en 6,14 por ciento. Me temo que la explicación última de este fenómeno es el desorden y la continuada agitación social, que parecen marcar, la vida política de estos últimos meses. ¿Comienzan ya a tener un efecto negativo sobre la economía estas espinosas cuestiones políticas? La Producción de Yanacona cayó en enero en 5, 32 por ciento, y la Barrick Misquichilca experimento un retroceso de 47,68 por ciento.

Como consecuencia de estos desarrollos, parece consolidarse un cambio importante en la estructura que motiva el crecimiento.Al estancarse la producción primaria, se vuelve indispensable, para mantener la expansión, el impulso que tiene su origen en la exportación de manufacturas, los precios internacionales, y la política económica. En efecto, la información del INEI, demuestra con claridad, cómo el Comerció y la Manufactura No primaria, explican, casi la totalidad del crecimiento de enero. Creció, en enero, el primer sector a una tasa de 7,00 por ciento y el segundo sector a 5,66 por ciento. El impresionante crecimiento del comercio parece motivado, en primer lugar, por la expansión de los las importaciones y el incremento en el gasto del gobierno y el público en general. Este patrón es, en realidad, un reflejo inercial de las excepcionales condiciones que prevalecieron, a principio del año pasado, en los mercados internacionales, es decir, una consecuencia de la mejora en los términos de intercambio y de las condiciones financieras que prevalecen en el mundo. El resultado, de la manufactura, expresa la acción de estas mismas fuerzas y efecto de la política comercial. La dinámica de la Construcción, sin embargo, parece obedecer a otras causas. En primer lugar, sólo crece en enero 4,74 por ciento y la causa de este crecimiento no parece vincularse a decisiones del sector privado sino a la expansión en la inversión pública. Mientras el consumo interno de cemento se elevó en 3,99 por ciento, el índice de avance físico de obras, un indicador que mide el progreso cuantitativo de los programas de construcción del sector público, lo hizo en 45.07 por ciento. Como consecuencia, la dinámica de éste se vincula íntimamente a la marcha del gasto público.

¿Qué factores pueden interrumpir este proceso y determinar, en el corto y mediano plazo, un estancamiento en estas industrias? ¿Es posible identificar variables que puedan alterar esta situación y determinar una caída abrupta en los índices de producción de estos sectores? Los mayores peligros provienen de la economía internacional. En primer lugar, la producción de manufacturas puede sufrir las consecuencias, tanto en el mercado interno como externo, de la expansión comercial de China. Cuando este país ingrese al mercado americano, las exportaciones de textiles peruanas podrían experimentar una contracción. En segundo lugar, también la producción de textiles orientada al mercado interno podría disminuir cuando termine el efecto de las Salvaguardias que el Perú impuso, de manera provisional, a este país el año pasado. En segundo lugar, las tasas internacionales de interés se elevarán este año y probablemente también el próximo. En tercer lugar, la economía americana puede, en los siguientes dos años, experimentar una marcada desaceleración, y .ésta provocar una nueva caída en las cotizaciones internacionales. En cuarto lugar, se avecina la campaña electoral y ésta normalmente produce cierta intranquilidad en el mercado financiero y un efecto negativo sobre las decisiones privadas de inversión.

¿Podrá, dado este panorama no necesariamente desalentador ya que he omitido mencionar las fuerzas que pueden preservar este crecimiento, seguir creciendo el Perú? Todavía, sin recurrir a la intuición o nuestra innata capacidad para vislumbrar el futuro, no podemos dar una respuesta con un grado razonable de certidumbre