2021


Bruno Seminario
Prof. Universidad del Pacífico



Modificaciones sustanciales experimentará la economía mundial en este siglo nuevo, lo mismo ocurrirá en América Latina , y, por ende en el Perú. Las nuevas determinaciones ya comenzaron a operar; por esta razón, es natural que haya desconcierto y confusión. Después de todo, ¿quién puede conocer los arcanos del tiempo, reconocer todas las cosas que serán disminuidas , y, lo trivial que puede convertirse en relevante? Aunque banales han resultado todos los intentos por adivinar el porvenir, no por ello, cesa este misterioso empeño. Quizás, porque las insólitas destrezas que requiere el arte satisfacen poderosas fuerzas psicológicos. A pocos les importa la exactitud cuando se busca atenuar el desasosiego.



Hago estos comentarios, porque en este breve artículo, me gustaría discutir cual puede ser el curso de la economía peruana, en los próximos diez años y estimar sus dimensiones en el 2021, la fecha del bicentenario del Perú republicano

Podemos empezar explicando la sutil diferencia que existe entre un pronóstico y una escenario, pues ésta es relevante para entender el sentido del ejercicio que vamos a presentar. Un pronóstico tiene cierta pretensión de exactitud e puede ser juzgado por su eficacia para consumarla, mientras ésta es inexistente en el caso de un escenario. Cuando se elabora un escenario, lo que buscamos es una herramienta cuantitativa que nos permita juzgar y evaluar nuestro desempeño comparativo frente a un patrón que sintetice el efecto de las principales fuerzas cualitativas que intervienen en el escenario.






Que ambos conceptos pueden confundirse con facilidad, lo demuestra cómo son interpretados , en el Perú, los guarismos que contiene el Marco Multianual del MEF o el Reporte de Inflación del Banco Central. Estos documentos se limitan a expresar cuantitativamente el resultado probable de las políticas públicas, y, por esta razón, tampoco persiguen la exactitud característica de los pronósticos sino construir una herramienta para mesurar la eficiencia de la política económica. Así, cuando el ministro Carranza, anunció a principios del año pasado, que el ¨Perú crecería en el 2009 cinco por ciento, no ha sido si no, revelar la confianza que tenía en su política. Como el Perú, en el 2009, sólo crecerá 0,7 por ciento, la considerable discrepancia , lo único que demuestra es cuán poco factible era la política.

Como en la figura mostramos la trayectoria futura de las tasas de crecimiento de la economía peruana para el período 2009-2021, hay también el riesgo de creen que resumen un pronóstico cuando en realidad constituyen un escenario, pero uno construido tomandoen consideración las tendencias de largo plazo de la economía peruana y el impacto de los ciclos económicos, en otras palabras, resume el desempeño que la economía peruana tuvo en el pasado.


Si bien el espacio no nos permite explicar con detalle el método utilizado para construir este patrón ideal, podemos resumir los aspectos más relevante del mismo. Para empezar, el escenario contiene el efecto de las tres principales fuerzas que regirán la marcha futura de la economía mundial : el desplazamiento del poder económico y político hacia el continente Asiático, el impacto de la nueva demografía y las consecuencias del Cambio Climático. En segundo lugar, para estimar el impacto del ciclo económico ,hemos tomado en consideración, casi toda la información disponible en el siglo XX, y, por esta razón, hay una considerable precisión en la estimación de sus impactos.


Como puede apreciar el lector, sin estudia atentamente las cifras que representa la figura, el desempeño promedio de la economía peruana, sugiere la recuperación del Perú de la crisis puede proceder a un ritmo más lento que lo anticipado en los pronósticos oficiales. En efecto, la duración del ciclo de los negocios medida entre pico y pico, es de 10 años. Por esta razón, en el escenario se espera una nueva crisis para el 2019. También, la longitud del periodo de recuperación, dos años, es mayor a la observada en Estados Unidos. Por ello, es probable que la economía recupere un ritmo normal de desarrollo –tasas ente cuatro y cinco por ciento—sólo en el 2011 o el 2012, y, que asistamos a una nueva bonanza en el 2015 o 2016.


¿Cuáles serían el valor del pbi per cápita de materializarse esta trayectoria? Según la CEPAL, el tamaño de la economía peruana en el 2008 medido en dólares del año 2000 fue de 84, 362 millones de dólares y el pbi per cápita 2989 dólares; en el año del bicentenario el valor del PBI sería de 162,113 millones de dólares y el del pbi per cápita de 4995 millones de dólares. El crecimiento promedio del pbi en este lapso sería de 5,18 por ciento. De modo que el escenario en modo algo alguno es pesimista. En el 2021, el Perú exportaría al Mundo 30,261 millones de dólares del 2000, en el 2008 la cifra reportada por la CEPAL fue de 16,155. Su tasa de crecimiento acumulada sería de 5,3 por ciento. A partir de estas variables es posible derivar la trayectoria de los principales indicadores sociales , el tamaño del sistema bancario, la tasa de crecimiento de las principales industrias , estimar el tráfico probable de los principales puertos, y, estimar el valor de la inversión directa extranjera.

¿Qué utilidad puede tener estos números? Son adecuados para estimar la rentabilidad de proyectos de inversión de largo plazo, como puertos, carreteras y otras obras de infraestructura. También pueden ser estimaos con mayor precisión el riesgo sistemático de los principales variables económicas , para determinar fechas adecuadas para iniciar proyectos de inversión . Sin embargo, deben ser utilizados con cierto cuidado s apara realizar proyecciones de corto plazo, pues este patrón ideal excluye el impacto de las fluctuaciones de corto plazo que provoca la política económica, el ciclo político, y, la dinámica de los inventarios.

El Futuro de la Economía Mundial


Bruno Seminario

Profesor de la Universidad del Pacífico

Nos dice la tradición que fue Simónides de Ceos quien inventó el Arte de la Memoria: la técnica mnemotécnica que explican los antiguos tratados de retórica, entrena la memoria y le permite a un orador pronunciar con extrema exactitud y sin auxilio artificial, un discurso extenso. Propia de una civilización que aún no contaba con la tecnología para apoyar un recuerdo fácil, era indispensable para el ejercicio de la política en las ciudades del mundo clásico; pero, no es su función, lo más sorprendente sino su base conceptual. Porque el recuerdo sólo se hace vivo y transparente por la emoción intensa, el Arte dependía de una psicología práctica que conocía que el recuerdo podía ser estimulado por extremas imágenes visuales[1].

Que la Memoria artificial es extrema y estimulada por visiones vehementes es una hipótesis que puedo aceptar con facilidad, sino ¿por qué los libros de historia otorgan una atención desmesurada a las personalidades de las eras de convulsión y no a aquellas que pertenecen a las más tranquilas? Por ejemplo, la trágica figura de Juliano, el siglo pasado, ejerció sobre poetas, literatos y filósofos, una poderosa atracción, gracias a su peculiar personalidad y su intento fallido de revivir el paganismo. Empero, ¿no resulta incomprensible este interés tan abrumador, especialmente, cuando consideramos la corta duración del reinado del emperador en cuestión?

Debo interrumpir, por razones de espacio, esta breve digresión, pero antes de hacerlo me gustaría usarla para mostrar, en primer lugar, que los factores que rigen la dinámica de atenció0n humana puede responder a determinaciones que poco tienen que hacer con la realidad objetiva o la lógica más elemental. En segundo lugar, el recuerdo y el olvido, puede ser regido por poderosas fuerzas instintivas, visiones penetrantes pero concentradas en aspectos parciales de la realidad.

Hago estos comentarios porque después de leer varios documentos sobre la evolución de la economía mundial, me resultó evidente que su característica más distintiva no es su contenido sino la manera peculiar como interpretan el desastre financiero que ocurrió el año pasado. En efecto, tanto los gobiernos como las instituciones internacionales, en sus informes, parecen más interesados en justificar las principales decisiones de política y promover el optimismo, que en mostrar el curso probable de los desarrollos macroeconómicos.

Ni siquiera una institución tan polco comprometida con la desregulación y el neoliberalismo como la CEPAL, se salva de esta curiosa tendencia. Aunque el Estudio Económico para América Latina, publicado por esta institución en el mes de julio, menciona que vivimos en un momento crítico del desarrollo de América Latina, y, ofrece un excelente análisis de los efectos de la crisis sobre la región, también señala que la contracción que este año experimentará la producción será relativamente moderada. ¿Cuál es la razón? Una versión modificada de la teoría del "blindaje". Como ya resulta insostenible la afirmación de América Latina, pues la evidencia que la contradice es abrumadora, ahora, se sostiene que el efecto del desastre financiero, será moderado. Y, si esto no es consuelo suficiente, también se indica que el sistema de indicadores líderes de esta institución, ya detectó, en las principales economías, señales de recuperación. No consideró necesario comentar las asombrosas y aún más portentosas afirmaciones que podemos encontrar en la prensa financiera internacionales o en otros documentos preparados por otras instituciones internacionales.

No lo hago, porque me gustaría resumir las ideas contenidas en los publicados recientemente en Project Syndicate[2] por Dani Rodrick y Kenneth Rogoff, dos destacados economistas estadounidenses.

Sostiene, Daní Rodrick, en sugerente comentario, titulado ¿Un Mundo Desglobalizado?, que es improbable que la ecomía mundial siga siendo la misma, a pesar de que comparte la opinión de que tarde o temprano llegará la recuperación. Para él, cuando termine la crisis, nos encontraremos con nuevo mundo desglobalizado, en el que habrá menos financiamiento externo y en el que el comercio internacional crezca a un ritmo más lento. También señala que la nueva coyuntura puede afectar el dinamismo de aquellas economías que basaron sus economías en la reestructuración económica y la diversificación de su comercio exterior, especialmente sustanciales en su estrategia de desarrollo. Para el una estrategia que se orienta exclusivamente hacia el sector exportador. Debe , por esta razón, ser dejada de lado en favor de otra más equilibrada que le otorgue igual papel al desarrollo del mercado interno.

Rogoff, en "La Nueva Normalidad para el Crecimiento", llega esencialmente a la misma conclusión pero concentra su análisis en Estados Unidos y en las fuerzas estructurales que pueden limitar el dinamismo de la economía estadounidense en el próximo decenio. En efecto, que tanto Estados Unidos como China, deberán resignarse a una tasa media de crecimiento inferior a la que gozaron antes de la crisis. Lo que impide regresar a la situación anterior es que el consumo de los Estados Unidos, el motor del crecimiento mundial, será inferior por el desempleo creciente, el descenso de los precios de la vivienda, el endeudamiento de las familias estadounidenses, y la reducción en la riqueza de los pensionistas.

Para el Perú, estos escenarios pueden ser especialmente relevantes, y, sería indispensable volver a pensar desde esta perspectiva , el diseño de la política comercial , la política macroeconómica, y algunos aspectos de la política de desarrollo.



[1] [1] Sobre el “Arte de la Memoria” escribió , en 1966, Francis A. Yates un libro fascinante., publicado en inglés, por la Universidad de Chicago. Existe traducción al castellano hecha por la editorial Siruela. Esta misma editorial, ha publicado varias obras sobre el tema del filósofo español Ignacio Gómez de Liaño. Destacan “Filósofos Griegos, Videntes Judíos” y “El Círculo de la Sabiduría”.

[2] El lector interesado puede obtener una copia de estos ensayos en (Rogoff) http://www.project-syndicate.org/commentary/rogoff56 y (Rodrick) http://www.projectsyndicate.org/commentary/rodrik31/Spanish

El Canto de las Cigarras




Nada dice
En el canto de la cigarra
Que su fin está cerca
Basho

Perciben los hombres los hechos ocurridos; los sabios, los que se aproximan y solo los inmortales, los futuros, decía Filóstrato, en su Vida de Apolonio de Tiana, hace ya 17 siglos. Llena de momentos memorables en la historia humana, estos sucesos especiales suelen establecer los lindes de las épocas; sin embargo, también es bueno recordar que cuando llegan estos, pocos pueden advertir su real valía. ¿Nos ha tocado vivir en esta frontera concluyente? Crisis económica, pero también intelectual, ideológica, política y social, que pone en cuestión los fundamentales del orden global. Ningún país parece salvarse del derrumbe: el avance de la división del trabajo integró a todos en una vulnerable red y ahora el colapso arruina, sin importar la virtud, por igual.
No necesitamos conocer las causas de la crisis para apreciar la magnitud de la nueva catástrofe económica. Según las últimas proyecciones del Fondo Monetario Internacional, la tasa de crecimiento de la economía mundial sería de 0,5% en el año 2009, la tasa más baja registrada desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Por primera vez en 60 años, la producción de las economías más avanzadas experimentaría un retroceso; en 8 millones aumentaría, en los países de la OECD, el número de desempleados y en 100 millones, el número de pobres; el volumen del comercio internacional de bienes y servicios descendería 2,9%. ¿Cuántas personas en el mundo son capaces de comprender un guarismo tan inmensurable como 32 trillones de dólares, monto en que se estiman las pérdidas de los mercados bursátiles? Equivale la cifra al producto interno bruto (PIB) conjunto de todos los países de la OECD en el año 2008, a 275 años de producción en el Perú y excede en 18 veces la suma total de la producción total generada por el Perú como nación independiente. Parece inmenso el costo: el aumento de la deuda pública puede afectar por décadas la marcha de la economía mundial. Se estima que el déficit fiscal de los Estados Unidos podría ser equivalente a 12,5% de su producto interno bruto, para la Unión Europea (UE) se anticipa un escenario similar. Con estos desarrollos, es poco probable que las economías emergentes reciban en los próximos años financiamiento neto de los países de la OECD.
Con claridad nos revela, la información estadística inquirida, que hemos ingresado a una nueva fase de la crisis económica. Si la característica distintiva de la primera fase fue el colapso financiero, ahora la acción se ha trasladado al sector real de la economía: la parálisis del crédito ha afectado fundamentalmente a los sectores más dinámicos de la economía mundial, el descenso de la producción habrías sido más intenso en Asia y en la UE que en Estados Unidos. Aunque las estadísticas que muestran la evolución por componentes del PBI de Estados Unidos nos indican una enorme dispersión en las tasas de crecimiento de los distintos componentes de la demanda agregada, podemos extraer la conclusión de que la parálisis del crédito ha afectado fundamentalmente a tres de sus componentes: Primero, la demanda de bienes de consumo durables: (autos, computadoras, televisores, y, otros aparatos electrónicos) ha descendido significativamente, segundo; también el consumo conspicuo, y por último lugar, la inversión en construcción ha sufrido de igual forma.
Este patrón de descenso en la demanda ha determinado una drástica reducción en las exportaciones de todas las economías asiáticas. Como todas ellas basan su crecimiento en las exportaciones y su sector industrial se orienta básicamente hacia el exterior, no es sorprendente que sea en esta región del mundo donde se observan las reducciones más drásticas en el empleo, los índices de producción industrial y el producto interno bruto. En efecto, las últimas estadísticas nos muestran que las consecuencias del ajuste han sido drásticas en todos estos países. Sería importante para el Perú analizar la reducción que se ha registrado en el consumo conspicuo, ya que muchas de nuestras exportaciones no tradicionales se orientan hacia este sector. Sin duda, el origen fundamental del crecimiento en la demanda de dicho consumo está ligado al crecimiento del sector financiero y a la concentración del ingreso que ha habido en los últimos años. De manera que no debe sorprendernos que el colapso de la banca de inversión haya provocado un colapso en la demanda por este tipo de bienes, así como en la gama de industrias y servicios que satisfacían esta necesidad. Además, como varios de los productos textiles y agroindustriales que exporta el Perú se orientan a este sector, habría un serio peligro para el futuro de nuestra industria textil. Es probable que, en los próximos meses, comencemos a ver similares efectos en el sector agroindustrial. Asimismo, las dificultades en la banca de inversión causarían problemas serios en la demanda de servicios informáticos, pues este sector es el mayor demandante de información.
El descenso en la demanda de bienes durables y en la inversión bruta fija afecta directamente la demanda de metales. Por esta razón, serán estas materias primas las que experimenten en el año 2009 los peores desempeños. En América del Sur, Chile y el Perú serán las economías más afectadas. El descenso en los precios reducirá el flujo de inversión directa extranjera mas no necesariamente la cantidad producida, que incluso, en el corto plazo, aumentaría, porque las minas suelen explotar los yacimientos más ricos cuando caen los precios. Esta respuesta, sin embargo, provocaría una gran acumulación de inventarios en el mercado y prolongaría por varios años la recuperación en los precios. Es probablemente por esta razón que los precios de los metales industriales continúen descendiendo, aunque se recuperase Estados Unidos a finales de 2009.
En la UE también se experimentaría una recesión más intensa que en los Estados Unidos, pero de una naturaleza diferente. En Europa Oriental, lo fundamental es la reducción en los flujos de inversión extranjera. Estos países experimentan una crisis muy similar a la que experimentó América Latina en los años 1980 (y también se han visto obligados a recurrir al FMI). En España, Inglaterra y los países escandinavos, la principal causa de la crisis es financiera: en España, por ejemplo, hubo un boom hipotecario muy similar al de los Estados Unidos. Ahora, su industria de construcción experimenta una contracción similar a la de este último país. Inglaterra, en especial Londres, desempeñó un papel crucial como centro de actividad especulativa, de manera que ahora debe enfrentar las consecuencias del desplome de esta industria. En Alemania, sin embargo, la causa puede estar vinculada al comercio exterior. Sin embargo, estos desarrollos económicos, en el caso de Europa, no necesariamente son los que tienen más relevancia. En realidad, todo el proceso ha puesto en severa tensión las instituciones de la Comunidad y por esta razón pueden ser las consecuencias políticas las más relevantes.
¿Qué consecuencias puede tener esta gran crisis en la economía mundial? ¿Anuncia, acaso, esta mayúscula catástrofe una radical transformación del sistema mundo? ¿Qué reflejan los hechos de los cuales hemos sido testigos el año pasado? ¿Provocará el colapso del sistema financiero, el retroceso de la producción, el desempleo masivo, las quiebras y los rescates de emergencia una revisión de la misma magnitud en las ideas, la política y el poder en el mundo?
Cuando los historiadores del futuro escriban el relato de esta crisis, no podrán omitir en su crónica el papel que desempeñó en ella el cándido optimismo que nubló el entendimiento de los principales protagonistas. Para los optimistas es bastante claro el patrón de desarrollo futuro de la economía mundial. La fuerza básica será el continuo crecimiento de China, la India, Brasil y Rusia, las economías emergentes de mayor tamaño, que inducirá un cambio radical en la distribución geográfica de la actividad económica hacia Asia y un aumento en su influencia geopolítica. Provocará este proceso, en primer lugar, un aumento sostenible en el precio de la energía, los metales y los alimentos, que transmitirá los beneficios a los países exportadores de productos básicos en América Latina y África. También, cambios considerables en el patrón del comercio internacional y los flujos internacionales de capitales. Como consecuencia de estos, se alterará la estructura de gobierno del mundo para reflejar el poder de los nuevos gigantes emergentes. Sin embargo, de igual forma, el conjunto de alteraciones podría transformar la regulación en los países centrales, ya que es probable que los fondos soberanos de inversiones y los flujos de inversión directa extranjera realizados por estados nacionales sean vistos con preocupación por los políticos de estos países. En este sentido, es probable –por dichas razones– que surja un nuevo protagonismo financiero, pero la justificación de este podría llevar a una revaluación de los postulados de la globalización, como resultado de la cual habrá un incremento del papel que desempeña el Gobierno en la economía mundial, que pondrá poner fin a la era neoliberal. El gran problema de la visión optimista es que confunde un resultado que se materializaría al finalizar la presente centuria con la situación efectiva que se observa en el presente.
Nos muestra la historia que la emergencia de un gigante económico y la sustitución de una potencia por otra no es un proceso libre de turbulencias económicas, sociales y políticas. Debemos considerar que el desarrollo de una economía capitalista, especialmente cuando es tan desequilibrado como el caso chino, no se encuentra libre de retrocesos y crisis profundas. Ya los indicadores de la economía china registran signos evidentes de sobreinversión. Para comenzar, debemos notar que la rentabilidad del capital parece bastante baja, la inversión en China representa casi el 50% de su PBI, mientras que su tasa de crecimiento ha sido de 10%; es decir, aunque la tasa de crecimiento es sumamente alta, la relación capital producto que se deriva sugeriría una inmensa capacidad de producción con altas posibilidades de no ser utilizada. Luego, el patrón de desarrollo económico chino es excepcional: al apoyarse excesivamente en las industrias de exportación, es sumamente vulnerable a las alteraciones cíclicas que se producen en los mercados de destino de sus exportaciones y a las acciones de política orientadas a limitar su expansión comercial. Es poco probable, también, que los países desarrollados estén dispuestos a ceder a China el control de segmentos estratégicos de su aparato industrial por razones de seguridad nacional. De modo que si China continuase por este camino podría estallar una nueva guerra comercial y, así, una segmentación creciente del mundo. Esta dependencia de mercados externos hace notar que la estructura comercial china no genera al interior de su país un mercado suficiente como para absorber la producción que podría ocasionar tan monumental esfuerzo de inversión, el modelo mercantilista chino estaría aplazando una futura crisis de subconsumo. Finalmente –para culminar este párrafo–, es poco probable que las autoridades chinas controlen en el corto plazo el impacto en el sector financiero de las entradas de capitales. Los indicadores sugieren que una facción considerable de los fondos ha sido usada en aventuras especulativas, tanto la bolsa como el precio de la propiedad en sus principales ciudades han crecido en niveles difíciles de justificar.
En cualquier caso, incluso en el escenario que imaginaron los optimistas, no se garantiza en el momento actual una salida fácil de la crisis, porque todavía –desafortunadamente– el dinamismo del mercado estadounidense y las decisiones que tomen sus principales líderes son esenciales para el mundo.

Nuevos Descubrimientos Arquelógicos

Discurso de Ridaf Uk Tam en la Academia de Historia sobre los Nuevos descubrimientos arquelógico en las CostasSur del Continente Central.


¿Cómo fue la vida de los hombres que vivieron en la gran ciudad que se ubica en parte central de la nueva región descubierta por la nueva expedición? Aunque el tamaño de las ruinas es inmenso, todavía la mayor parte de las estructuras permanecen sepultadas bajo varios metros de arena y es, por esta razón, probable que pasan varios años antes de que sean finalizados los trabajos: son inmensas las dificultades de acceso y hasta ahora no hemos podido vencer todas las dificultades técnicas. A pesar de ello, los primeros hallazgos ya han provocado una revisión sustancial de nuestros conocimientos y estos pueden aumentar con rapidez cuando logremos descifrar el idioma en que parecen estar escrito los documentos: un dialecto derivado del latin que pesar de su considerable extensión despareció pocos años después del inicio de la edad externo. Sin duda, la extrema sequedad del terreno y el ligero atraso que se percibe en la tecnología electrónica de almacenamiento, contribuyeron a la preservación de documentos que hubieran desaparecido si, como ocurrió en otras regiones, hubiera sido transferido a los poco confiables soportes informáticos que ganaron tanta popularidad en esos años.


Al parecer la enorme ciudad fue abandonada gradualmente: se trató de un proceso que pudo prologarse por doscientos años y que al parecer muchos años antes de las catástrofes que determinaron la desaparición de otros núcleos urbanos en otras partes de la tierra. Aunque hemos podido establecer con cierto grado de certidumbre que el deterioro de las condiciones naturales fue el factor de determinantes, los pocos documentos que hemos podido traducir , sugieren que también en esta región operaron otras poderosas fuerzas.


A pesar de la gran cantidad de la valiosa información los escritos de Farid Matuk, uno de los cronistas que proporcionan las estadísticas más extensas, son inmensas las dificultades de interpretación. ¿Quienes fueron Toledo , Fujimori o García? No hemos encontrado hasta ahora ninguna fuente, que no sea Matuk, que permita confirmar la existencia histórica de estos personajes: puede ser jefes locales pero es probable que se trate de figuras mitológicas a ciertos demonios locales. En cualquier caso, la gran emoción que se percibe en la seca prosa de Matuk, parece favorecer la interpretación que se trata de demonios locales: probablemente animadas personificaciones del proceso que produjo la desaparición definitiva.


Qauizás, pueden percibir con mayor facilidad estas dificultades de interpretación, y la enorme complejidad de la tarea que tenemos por delante, si leemos el primer texto de las Crónicas de los años del Perro, que agrupará todos los escritos de Matuk y probablemente otros que muestren tendencias similares.

El año de la Ruina

Ver 1.

Errores de redacción en el 3er. párrafo --palabras incompletas,etc---

Bruno Seminario

En el desgraciado año de 1930, el demonio de la ruina repletó todo el mundo conocido con su potente y perversa esencia. Si bien en un inicio pocos entendieron lo que ocurría, porque no es propio de los hombres prudentes imaginar grandes catástrofes n i contemplar como posibilidad el total colapso del orden, no por ello, esta propensión negar el caos, impidió el colapso de todo el sistema. Por esta razón, cuando éste finalmente se produce, llega turbador el desconcierto, luego la inmarcesible ansia; finalmente, inmensa melancolía, pero también es el momento para escribir graves lamentos, para hacer preguntas prohibidas, escuchar atrevidas historias y ensaya r cualquier posibilidad.

¿Cuándo perdió la naturaleza su proverbial fertilidad y se hizo tan estéril nuestro ingenio? ¿No eran, caso, feraces nuestros campos y abundantes nuestros mares? ¿Qué los hizo mutar en yermos fríos y los llenó de torcidas raíces, piedras filudas y tiesas rocas? Ya no llegan barcos a los puertos nave alguna; sobre los cielos de nuestras ciudades; aunque ya brilla el sol de medio día continuó escuchando el murmullo de los grillos y el extraño lenguaje de los pájaros. ¿Quién trajo al Mundo silencio tan abrumante? Así, preguntan, al finalizar ese sombrío año, quienes vieron, para siempre transformado su estilo de vida por la catástrofe, mientras empezaba a reconocer sus monumentales dimensiones; no recibían respuesta alguna, pero no cesaron en su afán.

Cuando finalizó el año, finalmente, llegaron las primeras explicaciones, pero no agradaron a las víctimas del desastre, porque las señalaban que nada grave había ocurrido. Como todo sabe, que quienes gobiernan al mundo son los últimos en reconocer los efectos de una crisis grave, estas respuestas que no intentan explicar sino justificar acciones, no fueron escuchadas. Luego, cuando el caos siguió extendiéndose, pudieron escuchar los hombres comunes explicaciones más imaginativas, pero también poco convincentes, porque eran parciales, se limitaban a señalar culpables, y, a describir el papel que habían tenido en la crisis determinadas conductas demasiado atrevidas. Aunque estas respuestas eran más razonables tampoco tranquilizaron los ánimos. Es difícil entender por qué algo que siempre ocurre y es, por ello es algo común, puede provocar de un momento a otro , un desastre de esa magnitud. Sin embargo, al finalizar el año, comenzaron a escucharse otras opiniones más atrevidas que contemplaban nuevas posibilidades, sugerían políticas nuevas y tenían como virtud fundamental señalar que lo había ocurrido no era culpa de nadie sino el colapso de todo un sistema. Entre tantas, destacaba las de John Maynard Keynes que las resumió en un ensayo titulado “The Great Slump of 1930”.

Si bien no puedo explicar, por razones de espacio, lo que decía Keynes en ese entonces, me gustaría recomendarle al lector su lectura, ya que puede encontrar con facilidad una copia del mismo en Internet. Lo hago porque su lectura nos permite apreciar la gran similitud que entre la catástrofe de 1930 y la coyuntura mundial actual.

¿Cuáles son estas similitudes? En primer lugar, cabe destacar la violencia y profundidad de la nueva depresión. En las tres principales economías del Mundo, Estados Unidos, Japón y Alemania, se han registrado, descensos abruptos en la demanda de bienes industriales y en los niveles de producción. En el mes de noviembre, por ejemplo, el índice de producción industrial del Japón descendió casi ocho por ciento, una tasa no registrada en ese país desde hace 55 años. En realidad, en ese país, esta noticia no hace sino confirmar la tendencia de los dos trimestres precedentes, en los que se produjo una contracción de la producción. En Alemania, se registra una tendencia esencialmente similar. En Estados Unidos, desde el IV trimestre del año pasado, desciende el empleo y a pesar de las agresivas políticas de estímulo no se han podido hasta ahora contener la caída en las ventas en general y el descenso acelerado de la producción. En las economías, más pequeñas de Asia y de Europa ocurren, incluso con más violencia, desarrollos similares.

En segundo lugar, hay una contracción en el valor del comercio mundial de todos los productos. Este fenómeno afecta en especial a las economías de Asia, ya que esta región del mundo el crecimiento de las exportaciones es absolutamente esencial para preservar el dinamismo económico. Por ejemplo, desde hace tres trimestres, el índice de producción global de la pequeña Ciudad-Estado de Singapur, exhibe tasas negativas de crecimiento. El descenso en las exportaciones ha provocado despidos masivos en la manufactura y un fuerte descenso en el consumo. El Banco Central de Singapur ha recibido un línea de crédito 30,000,000 millones de dólares del gobierno de los Estados Unidos , para tratar de cubrir las necesidades de liquidez en dólares de sus principales instituciones financieras. En Malasia, sin embargo, la situación e sauna más grave. Se esperaba que la tasa de crecimiento de esta economía descienda de 5, 4 por ciento en el 2008 a cero en el 2009.. La causas principales de la caída serían el descenso en los volúmenes exportaciones y el de las cotizaciones internacionales de sus exportaciones de productos primarios. En las zonas exportadoras chinas ocurren los mismos desarrollos. Se espera que en el 2009, la economía China registre un crecimiento de sólo cinco por ciento, pero este guarismo pronto puede ser revisado hacia abajo. En cualquier caso, distintos indicadores que miden la intensidad del tráfico comercial hacia las zonas exportadoras chinas registraron, en el III y IV trimestre del año en curso, una violenta contracción.

En tercer lugar, los precios de todos los productos primarios –metales, combustibles y alimentos – han descendido dramáticamente. Para algunos productos, el descenso es similar en magnitud al registrado en los años 30s. Cuando el precio del barril de llegó a 150 dólares, pocos imaginar que esta misma mercancía podía venderse a 45 dólares al finalizar el año. Pero, quizás, es más interesante conocer que el precio del cobre, el principal producto de exportación de Chile y el Perú, ha experimentado, en el mismo período un descenso de la misma magnitud. Como de Consecuencia de estos desarrollos, es probable que el valor de las exportaciones del Perú disminuya en 6,0000,000 millones de dólares, es decir, en una magnitud al valor exportado por nuestro país, en 1997. Según la CEPAL, los términos de intercambio del Perú y Chile podrían descender, en el 2009, casi 30 por ciento. Según este mismo organismo, la economía de Chile y el Perú, crecerían en el año 2009, cinco y dos por ciento, respectivamente. En el mismo informe, sin embargo, se advierte que estos pronósticos pueden ser demasiado optimistas, ya que la profundidad y duración de la crisis es aún incierta.