Sacrificio en el día maduro

Cuanto todos los años llega el día maduro y simple el Silencio se hace en el Todo, ¿cómo no recordar, compañeros, sacrificio tan noble, extremo momento, en que , la que ahora yace inerte en el Suelo, igualó, aunque fuera por breve lapso fugaz , Cielo con tierra?
¡ Paremos la marcha del Tiempo para escuchar el temblor de la Tierra y el fiero avance del Susurro de Ana que ya viene del Mar , para mecer las hojas marchitas del Arbol del Mundo!
Si bien fue tan sólo esta mañana que fuerte hirió y partió, Aurora, a la Noche en partes iguales, y consumó así el señalado sacrificio d e Su Ser, no por ello , vano fue su destacado proposito pues , en las semanas siguientes, la invicta marcha de los días maduros, barrerá la frontera del país de las últimas cosas , para. forzar camino hacia el escondido reino de Ana.

La Marcha de los Días Maduros

Cuando todos los años llega el día maduro y Silencio se hace en el Todo
Fuerte hiere y parte , Aurora, la Noche ; y si bien es breve y extremo, tan noble sacrificio, no por ello vano resulta pues, en las semanas siguientes, la marcha invicta de los días maduros, podrá forzar nuevamente el camino hacia el Reino escondido de Ana.

Do ut Des

¿Ya se termina el tiempo para mí ; sino por qué brota de la inmensa hondura , retorcida, esta Tristeza tan pesada? ¡Desencanto, demora, si es posible , por algún ciclo , tu Visita pues quiero escuchar susurro fiero de la boca misma de Ana, y aprender el terrible encantamiento que mantiene unidas todas las cosas del Mundo! Si contenieras por el lapso más breve, el advenimiento de mi nueva naturaleza, podrías volver a escuchar al formidable tono viajar nuevamente por los espacios abiertos y, así como lo hacías en los primeros días, contemplar cómo se disuelven las cosas. ¿No te afanas, acaso, por conseguir tan noble propósito? ¿ Se ha hecho tan tieso tu corazón que no recuerdas más el gozo que experimentabas cuando podías manifestar todos los extremos de incontenible carácter?

La Galería ( rev. 2)

Cuando, por la mañana, llega oscura la Noche del Alma,se disuelven las cosas. Leve aparece el desconcierto, extrema inquietud del ser, que extiende la molesta disonancia, y, así, a paso lento, asimila cuando toca a quienes todos los días me acompañan.

Piedra cruda para representar todo lo que queda del Mundo que convertido en macabro petroglifo adorna las paredes del infernal laberinto. Pero, por la tarde, sopla fuerte el viento que parece barrerlo todo, hiere la piedra, alisa las murallas, y, borra, la galería.

Sombría es la visión del país de las últimas cosas, ése, el que, de cuando en cuando, pueden ver los hijos de Ana.