Cuanto todos los años llega el día maduro y simple el Silencio se hace en el Todo, ¿cómo no recordar, compañeros, sacrificio tan noble, extremo momento, en que , la que ahora yace inerte en el Suelo, igualó, aunque fuera por breve lapso fugaz , Cielo con tierra?
¡ Paremos la marcha del Tiempo para escuchar el temblor de la Tierra y el fiero avance del Susurro de Ana que ya viene del Mar , para mecer las hojas marchitas del Arbol del Mundo!
Si bien fue tan sólo esta mañana que fuerte hirió y partió, Aurora, a la Noche en partes iguales, y consumó así el señalado sacrificio d e Su Ser, no por ello , vano fue su destacado proposito pues , en las semanas siguientes, la invicta marcha de los días maduros, barrerá la frontera del país de las últimas cosas , para. forzar camino hacia el escondido reino de Ana.