Boom Exportador:Cantidades y Precios

Es una característica curiosa de nuestros gobernantes y este gobierno no es una excepción a lo que parece ser una norma bien establecida de comportamiento, una entretenida pre­disposición. ¿En qué puede consistir? Pues, en un juego simple que consiste en atribuir a su gestión de gobernantes eventos que son básicamente producto del juego de azar , pero sólo cuando el resultado así determinado mejora la calidad de su gestión. Pero , como el azar , produce adversidad, demuestran especiales afanes en hacérnoslo notar. Un buen ejemplo que ilustra esta divertida tentación, son los comentarios que aparecieron en la prensa sobre el valor de las exportaciones peruanas en el 2005. Estas, en efecto, crecieron en el año mencionado 34 por ciento y así alcanzaron la cifra récord de 17,000 millones de dólares.

La tentación que menciono en el párrafo precedente parecer provenir de impulsos real­mente irresistibles, pues los miembros más ilustres del gobierno del presidente Toledo , al comentar el espectacular resultado, omitieron mencionar los aspectos que determina­ron el mismo. Esta actitud , sin embargo, puede suscitar, como también lo podemos com­probar analizando nuestra historia económica, una manera de ver el futuro bastante pe­culiar e imprudente. Se trata del fenómeno que Alán Greenspan bautizó con el nombre de «exuberancia irracional», es decir, del, ejercicio de un optimismo que es vano en realidad , ya que impide apreciar los riesgos reales del futuro. Constituye , por esta razón, un ejerci­cio de prudencia elemental tratar de entender las fuerzas que rigen la dinámica de nuestro comercio exterior porque sólo así podemos apreciar cuán contingente puede ser la fortuna , breves y falaces las fantasías que genera.

Podemos quizás indicando que el valor de nuestras exportaciones puede descomponerse en dos componentes básicos: los precios y las cantidades. Esta descomposición es crucial, ya que las causas que explican los movimientos en los cotizaciones internacionales no dependen , en realidad, de los factores que gobiernan la dinámica interna de nuestra economía sino de la forma cómo funciona la economía mundial; son, en esencia, un producto del azar y , por esta razón, su acción tiene poco que ver con la «virtud» de nuestros gobernantes sino con su «fortuna». También, precios y cantidades, tienen un efecto diferente sobre la economía. Son, efecto, los incrementos en cantidad los que provocan aumentos en el PBI y hacen crecer el empleo. Los precios pueden tener también un efecto pero éste es más reducido e indirecto.


Exportaciones

Exportaciones

Exportaciones


(valor)

(cantidades)

(precios)

2000

6955

6955

0

2001

7026

7386

-360

2002

7714

7751

-37

2003

9091

8438

653

2004

12617

9682

2935

2005

16900

11144

5756

La información del cuadro muestra con claridad cuál es el impacto tanto de cantidades y de precios. La primera columna , en efecto, detalla el valor de las exportaciones para los distintos años del gobierno de Toledo. El lector puede verificar cuán impresionante ha sido , en efecto, el incremento de nuestras exportaciones en estos últimos años. Sin embargo, las columnas nos permiten apreciar cuán sostenibles pueden ser estas variaciones. La segunda columna indica cual hubiera sido el precio de las exportaciones en el año 2000 se hubiera mantenido constante ; y, por esta razón, nos permite aislar cual fue el efecto de las política comercial del actual gobierno. Puede si revisa las cifras el lector que con precios constantes el valor de nuestras exportaciones fue en 2005 11,1444 dólares; hay, en efecto, un meritorio incremento , pero éste no es suficiente para cumplir la meta de gubernamental de duplicar las exportaciones. Finalmente, la tercer columna indica el efecto de los precios. Y, este también es impresionante, ya que es responsable de más de un tercio del valor.

Es la gran incidencia que poseen los precios en la dinámica de nuestro comercio exterior el factor que nos debe preocupar, ya que nuestra historia económica con claridad nos demuestra que éstos «suelen» bajar después de subir y que la probabilidad de que esto ocurra es mayor cuanto más dure el incremento. El mayor riesgo que enfrentará el gobierno que suceda al de Alejandro Toledo es , en efecto, la posibilidad de que en los próximos años ocurra una nueva caída en los precios internacionales. Si esta caída , en efecto, se produjera podría el valor del dólar experimentar un importante incremento y experimentar el Estado nuevamente problemas fiscales; que serían más intenso si el próximo gobierno financia su gasto con los recursos que le proporciona el incremento de los precios.

¿Podemos, en efecto, asegurar que los precios van caer en el futuro ? La respuesta a esta pregunta no es , en realidad, nada simple porque la economía mundial en efecto ha experimentado en los últimos años transformaciones radicales y la que hay que observar con cuidado es el aumento en el poder económico de los países de Asia en general y de China y la India , en particular. Esto es así porque el principal factor que afecta los precios es el dinamismo de China , y, ha sido este dinamismo el principal responsable del incremento en los precios. Otro punto importante y difícil de precisar es el papel que el proceso ha jugado y jugará , en el futuro, la pérdida de valor que ha experimentado el dólar en el quinquenio de Toledo. Las cotizaciones de varios de nuestros productos de exportación, por ejemplo, el oro suelen hacia arriba si el dólar desciende de valor. Y, el gran problema consiste , en saber, cuánto del incremento se explica por el vigor productivo de Asia y cuanto por la pérdida del valor del dólar. Si ocurriera, en efecto, una crisis mundial , ésta provocaría un nuevo descenso en el valor del dólar y así presiones que podrían provocar un aumento en los precios de algunos de nuestros productos de exportación; pero la depresión mundial podría provocar un descenso en el precio de otros productos. Y, el real problema, es conocer cuál es el efecto que prevalecerá. El enredo que ha generado la política económica del presidente Bush es de tal magnitud; que bien producir una depresión mundial con un aumento en el precio de las materias primas.

La Oscura Base de Nuestro Descontento

La Oscura Base de Nuestro Descontento

Bruno Seminario

Está por terminar el gobierno del presidente Alejandro Toledo y , sin duda, todo parece indicar que éste finalizará con mucho desconcierto y nerviosismo. Y, al menos para mí, es anormal y sumamente difícil de explicar que esto ocurra así. Es singular y bastante extraño que los candidatos del partido político del presidente, Perú Posible, ni siquiera alcancen , en las encuestas electorales, el 2 por ciento de la intención del voto , pues puede exhibir en su haber indudables logros económicos.

En efecto, es difícil encontrar , en la historia económica del Perú, un gobierno que pueda competir en materia de estabilidad con el de Alejandro Toledo: las enormes fluctuaciones que, en el pasado, fueron la característica esencial de la producción y el empleo se esfumaron para ser reemplazados por un proceso sostenido y equilibrado de los distintos indicadores económicos. Si esto es así, ¿por qué, entonces, el pueblo peruano no apoya con entusiasmo a los candidatos de Perú Posible y parece estar dispuesto a realizar una elección para muchos totalmente desconcertante? ¿Descendió, acaso, del país de la Negrura, un perversa criatura que se divierte corrompiendo nuestro espíritu con la enfermedad de la desmesura y el beodo desenfreno de la fantasía?. Crucial pregunta porque con toda probabilidad es decisiva para el desarrollo de largo plazo de nuestra economía y el porvenir de nuestro modo de ser. Me gustaría, por esta razón, exponer algunas ideas que quizás pueden ayudar a explicar cuál es la base más oscura de nuestro descontento.

Me gustaría comenzar con algo que el Perú comparte con pocos países del mundo, ser el lugar de origen de un Imperio Antiguo, la matriz original de una de las civilizaciones del planeta, pues este hecho nos hace un pueblo «pesimista», es decir, propensos a la creencia que nuestro pasado tuvo mayor gloria y esplendor que nuestro triste presente. Aunque no hay nada malo con este fenómeno y, para algunos, es un motivo de orgullo, este hecho , sin embargo, provoca que nos sea difícil entender la idea del «progreso» , ya que ésta parece contradictoria con los contenidos básicos de nuestro sistema educativo. ¿Qué niño de la Sierra, por ejemplo, no puede percibir la sutil contradicción, cuando en los libros de historia que usa se le muestra , por ejemplo, mapas donde el Perú, se extendía por territorios que hoy nos controlamos? La conclusión es obvia : un razonamiento simple que confunda la decadencia relativa con la absoluta, es decir, que confunda el proceso histórico que ha determinado nuestra decadencia relativa con la creencia que , en el pasado, nuestros niveles de vida fueron superiores al presente, hace aparecer una sospecha natural hacia el presente y proporciona la base para nuestro «pesimismo». Este mito, que no es muy diferente al mito de la «Edad de Oro» de los griegos o al del «Tercer Reich» usado por los movimientos nacional socialistas alemanes al iniciarse el siglo XX , es bastante conocido por nuestros historiadores . Flores Galindo, un brillante historiador peruano que lamentablemente falleció a una edad demasiada temprana, escribió un libro titulado «Buscando un Inca» donde explica con detalle el mito y la forma cómo este ha ido variando a lo largo de la historia. Pero, ¿por qué es relevante? ; por una razón bastante sencilla: parece, como puede verificarse empleando el Internet, en un componente esencial de los nuevos movimientos indígenas en Ecuador, Bolivia y el Perú. Si bien el proceso no es necesariamente peligroso, cuando éste se combina con una nacionalismo con una base «étnica» puede producir un verdadero desastre. La historia europea del siglo XX, nos enseña que el proceso puede destruir naciones y llevar a los genocidios más brutales. Fue, por ejemplo, destruido por el proceso el Imperio Austro-Húngaro y todos sabemos cuáles fueron las consecuencias del régimen del partido nacional-socialista.

Sin embargo, nuestros problemas con la idea del «progreso» no podrían explicar las extrañas reacciones del electorado peruano ; tampoco podrían prosperar ni explicar el descontento, sino fueran reforzados por dos procesos económicos: el miedo de los campesinos al Tratado de Libre Comercio; y, el proceso de modernización del sistema de distribución.

Aunque el Tratado de Libre Comercio, beneficia a algunas regiones del país, puede afectar severamente a los agricultores de la Sierra ya que ellos son los que producen los bienes competitivos con la producción estadounidense y arruinar a muchos de ellos, especialmente, si se firma el Tratado y no se ejecuta programa alguno que incremente sustancialmente la productividad de estas regiones. El campesinado suele caer en manos de movimientos nacionalistas radicales, en todos los países donde la izquierda es débil y esta desprestigiada por algún intento revolucionario fallido. Está, particularmente predispuesto, si éste carga con los costos de la «deflación» después de una inflación. La historia de Alemania en los años 20 lo muestra con claridad, ya que en este país , la políticas económicas que ejecutadas por la república de Weimar afectaron al campesinado alemán y fue precisamente en las regiones agrícolas de Alemania donde el partido nacional socialista comenzó a prosperar y ganar simpatizantes. No podía la, izquierda competir con los nazis, ya que estaba algo desprestigia por la rebelión «espartaquista» de Rosa Luxemburgo. Y, no hay mucha diferencia entre el Sendero Luminoso y los radicales alemanes liderados por Rosa.

Finalmente, hay otro elemento que vuelve al Perú bastante susceptible al «nacionalismo radical» . Y, es el proceso de «modernización» del sistema de distribución, pues el mismo puede tener un efecto sobre los segmentos más pobres de la clase media. Si, por ejemplo, se produjera una expansión muy rápida de los supermercados o cierta monopolización del sistema de distribución , es probable que muchos comerciantes pequeños al no poder competir con las grandes cadenas comerciales se vean forzados a cerrar. El proceso es importante porque también los pequeños comerciantes suelen estar entre los primeros simpatizantes de los movimientos ultra-nacionalistas.

Para terminar, me gustaría señalar que los movimientos «nacionalistas» no son , en realidad, movimientos de izquierda marxista, pero que sus programas de gobierno pueden, , especialmente, en las fases iniciales de formación ser confundidos con programas de izquierda. Resulta , por ejemplo, bastante ilustrativo leer las «críticas» de los nazis a los capitalistas financieros y comprobar cuán desenfrenado era su nacionalismo. Otra característica usual del «ultra nacionalismo» es decir siempre la verdad , pues los otros segmentos de la sociedad cuando escuchan sus declaraciones las encuentran tan alejadas de la realidad que deducen que no pueden estar hablando seriamente. Gran error hay que creerlos porque suelen hacer lo que prometen.

¿Se parecen la región de los Andes Centrales a la Europa Central de finales del siglo XIX? Hay, sin duda, diferencias importantes, pero también hay , en varios procesos, varias similitudes que podrían justificar cierta preocupación.