La Ciudad de las Últimas Cosas.



Hay en el extremo del Mundo un abismo inmenso y negro y en él, cuando se cansan las horas y llega la noche, se vierten, frías y broncas, las aguas de Océano, el gran río que confina el Todo. Dicen los pocos viajeros que visitaron esta agreste región y pudieron regresar, que hay una ciudad, adornada con bellos murales de tiesa pero firme piedra. Desde su plaza mayor, puede verse, un desierto de malva arena, afiladas y altísimas montañas. Por las tardes, enormes olas baten los barrancos de sus costas y traen espesa niebla, también un viento áspero que barre sus extrañas y sinuosas calles. Aunque nadie parece recordar el antiguo nombre de la ciudad, aún viven en ella hombres que no parecieron muy sorprendidos al ver llegar a su puertos las naves de la expedición que organizó, hace ya algún tiempo, Leto, el último emperador del Mundo Conocido. Sin embargo, actualmente sus taciturnos habitantes, la conocen con el nombre de la Ciudad de las Ultimas Cosas. Si bien aún no hemos podido comprobar la exactitud de sus afirmaciones, también dicen que ésta fue construida , en los años iniciales del Tiempo del olvido, por que al parecer pueden poseer una gran antigüedad.