Breve Historia del Cenobio de Mojave

Esa noche calurosa de marzo, poco entusiasmado, veía Oscar Blanco las noticias del días. Le habían parecido bastante aburridas y monótonas, las declaraciones del ministro británico, que no podía ocultar su desesperación ante el inminente fracaso de la conferencia internacional que iba a tener lugar en Londres el próximo mes.
Tampoco le interesaron las declaraciones del director del Fondo Internacional a la televisión francesa, donde indicaba que el caos seguía avanzado en el mundo aunque ,le habían parecido algo gracioso las quejas del organizador de la conferencia: nadie le contestaba el teléfono en la Casa Blanca.

¿Reparo, el misterioso monje, en las reacciones del Tribunal que escucho el discurso de defensa del demonio Madoff? Probablemente; en su Breve Historia del Cenobio de Mojave , Dwightor Doñez, nos indica con claridad que al misterioso moneje siempre le interesaron esos menesteres.

Cuando apagó la televisión que había comprado con una rebaja de 99,9 por ciento en el Centro Comercial que acababa de quebrar, en vez de perder su tiempo en el Internet rebatiendo los vanos argumentos de los teístas y de los nuevos discípulos del mostruoso Leviathan, prefirió leer la extraordinarios libros de poesía visionaria que le había regalado el administrador de la librería Barness y Nobell.

Aunque los hijos de la Tierra de los Angeles ,nunca han producido ninguna filosofía que cautive el alma, pocos pueblos han podido producir una poesía que se pueda comparar con la inglesa. Conocía Oscar porque había leído los Cantos de Homero , que los griegos compartían esa opinión , ¿no viajaba,acaso, Apolo, todos los años a la misteriosa Thule? ¿No consiguió Wotan , la cabeza de Mimir en una brumosa isla de Escocia?

Por eso, cada mes , el monje misterioso releía con empeño los poderosos versos de tan distinguido poetas. Y, cada vez que lo hacía, descubría nuevos y pervesos trucos.


En los giros superiores del remolino que crece, vuelan las primeras palomas rapaces;
van hacia los espacios abiertos en busqueda del Alma del Mundo,
con cada vuelta que hacen desbaratan el centro;
ya no escuchan la órdenes del pajarero maestro,
Disminuye el control , el caos se esparce.
Los peores rebosan de pasión,
los mejores no tienen convicción
Sopla el Viento que lo barre todo,
Ahoga la ceremonio de la Inocencia
las aguas abisales de la Ola que supera la costa.

No hay Duda, la Relevelación se acerca,
No hay Duda, ya viene el Segundo Adviento,
¡El Segundo Adviento!
Del Espíritu del Mundo, desciende esta inmesa imagen,
revientan mis ojos, apenas he dicho eso,
turbia visión: sobre las arenas desiertas,
con cabeza de hombre y cuerpo de león,
mirada vacía , cruel como el sol,
mueve su lentos músculos, la bestia.
En torno a ella , girando y girando,
aparecen las tiesa sombras de aves feroces
Ahora ya sé, que después de viente siglos,
se hace la noche, llegada la hora,
¿que bestia se arrastra hacia Belen para nacer?


Después de leer estos versos de Yeast, el misterioso monje se fue a dormir. Al día siguiente, en Mojave, los mexicanos que había ido a ver la virgen que se aparece en esos lugares, pudieron ver cómo se reunían los monjes.

Dwightor Doñez , nos dice que no consiguieron sobrevivir, en el lugar donde vivieron dejaron algunos libros, y , en el muro que protegía su cenobio esculpieron , para que duren, sus últimos sueños, y, luego se esfumaron. Desde ese día, el único ruido que se escucha en el mundo es el murmullo del mar que bate la costa que se encuentra a cierta distancia del monasterio que fundaron.


P.D. Me he tomado ciertas libertadades al traducir el poema original. Versión en inlgés:

The Second Coming



Turning and turning in the widening gyre
The falcon cannot hear the falconer;
Things fall apart; the centre cannot hold;
Mere anarchy is loosed upon the world,
The blood-dimmed tide is loosed, and everywhere
The ceremony of innocence is drowned;
The best lack all conviction, while the worst
Are full of passionate intensity.
Surely some revelation is at hand;
Surely the Second Coming is at hand.
The Second Coming! Hardly are these words out
When a vast image out of Spiritus Mundi
Troubles my sight: somewhere in the sands of the desert
A shape with lion body and the head of a man,
A gaze blank and pitiless as the sun,
Is moving its slow thigs, while all about it
Reel shadows of the indignant desert birds.
The darkness drops again; but now I know
That twenty centuries of stony sleep
Were vexed to nightmare by a rocking cradle,
And what rough beast, its hour come round at last,
Slouches towards Bethlehem to be born?
Autor , Yeats, poeta irlandes.