Termina el extraño gobierno del presidente Alejandro Toledo y lo hace de una forma también bastante peculiar; tan particular que es difícil encontrar en nuestra historia económica un inmediato precedente. Aunque en el momento actual suscitan enorme curiosidad entre los especialistas en ciencia política,los resultados del último acto electoral, ya que no es usual que un gobierno que puede exhibir logros tan obvios en materia económica consiga resultados tan pobres en una campaña electoral; también debería producir similar intriga varias características de la evolución reciente de nuestra economía. En efecto, en marcado contraste, con lo ocurrido en décadas anteriores, la dinámica de nuestra economía no ha sido dominada por una única determinación fundamental sino por una mezcla compleja y multiforme de factores, cuya operación nadie parece comprender a plenitud.
¿Cuáles fueron las distintas fuerzas, que en los últimos siete años, no sólo proporcionaron vigor y energía a nuestra economía, sino que convirtieron a ésta en la economía más estable de América Latina? No es ésta, le advierto al lector, una mera pregunta ingenua, concebida sólo para capturar su atención hacia un tema un tanto abstruso, sino una sin respuesta convincente. Cuando los economistas discuten este punto suelen enumerar a las siguientes: (1)las condiciones internacionales favorables ,ya que las mismas hicieron posible, tanto en el Perú como en el Mundo, un descenso inusitado en la tasa de interés, y un aumento también excepcional en las cotizaciones internacionales de nuestros productos de exportación;(2) el incremento en el volumen exportadola Minería , pues éstos le permitieron a esta crucial industria crecer, en el último quinquenio, a tasas superiores al diez por ciento anual; (3) las preferencias arancelarias que el gobierno estadounidense otorgó al Perú y otros países de la Comunidad Andina, porque que fue una consecuencia de la maduración de los distintos proyectos de inversión en así se hizo posible expansión de las exportaciones no tradicionales y la construcción, especialmente, en la costa de una nueva agricultura de exportación.; (4) el nuevo régimen de objetivos por inflación , ya que éste transmitió , con fluidez y rapidez, los impulsos expansivos que provenían del exterior , consolidó el proceso “desdolarización” , y preservó la estabilidad financiera ; y, (5) los programas concebidos por el gobierno para impulsar la construcción residencial , tanto en Lima como en provincias.
Resulta crucial comprender que ninguno de estos impulsos poseía la suficiente energía para hacer crecer nuestra economía: fue su acción combinada la que provocó la expansión . Por ejemplo, aunque un proyecto como Camisa o Antamina, puede ser fundamental, para la economía de un departamento, sus dimensiones no son suficientes para impulsar elcrecimiento de toda la economía peruana. En otras épocas de nuestra historia, cuando el Perú tenía menor población y una economía menos sofisticada, podían estas enormes inversiones , por sí solas, provocar la expansión global de todo nuestro aparato productivo. Sin embargo, en esos felices tiempos, vivían en nuestro país menos de diez millones de personas y nuestra economía era bastante simple en estructura. En particular, el efecto agregado de un proyecto de las dimensiones de Antamina, sobre el PBI peruano, puede estimarse en uno por ciento. ¿Qué quiere decir esto? Pues, que si se vuelve invertir en una mina de similares dimensiones , nuestra economía podría crecer al madurar este proyecto sólo en esta cifra. No se concluye de esta afirmación nada sobre la importancia que pueden tener la minería en nuestra economía. Podemos aplicar el mismo comentario a cada uno de los factores que hemos listado en los párrafos precedentes, porque ninguno de ellos, suficiente poder para convertirse en la fuerza dominante de nuestra economía. Este es un punto crucial y sí no esbien entendido por las nuevas autoridades económicas, nuestra economía puede, con relativa facilidad, dejar de crecer e incluso comenzar a contraerse. Aún cuando pueden existir muchas personas que pueden atribuir a la Fortuna el hecho, me gustaría pensar que el gran logro del gobierno de Perú Posible y Alejandro Toledo, se ha basado en una administración prudente de este juego tan complejo de variables económicas.
¿Tendrán similar éxito las nuevas autoridades económicas? No conocemos todavía la respuesta, pero es importante hacer notar, que las últimas estadísticas económicas, muestran ya signos evidentes de un deterioro en el dinamismo económico. En efecto, en los últimos tres meses, se ha registrado varios hechos que deberían motivar la preocupación de los nuestros próximos gobernantes. En primer lugar, me ha llamado poderosamente la atención la considerable reducción en el ritmo de expansión de las exportaciones no tradicionales.: su tasa de crececimiento ha descendido de una valor de 30 por ciento el año pasado a otro de sólo cuatro o cinco por ciento anual. Si bien no sabemos con precisión el motivo de esta desaceleración, puede ser que esta tenga mucho que ver con las dificultades crecientes de nuestros exportadores textiles para enfrentar la competencia de china en el mercado mundial. Este hecho y probablemente el levantamiento de las Salvaguardias, determinaron que en los meses pasados, se hayan registrado, en algunos meses, tasas negativas de crecimiento en la industria textil. Si a este hecho sumamos las predecibles dificultades políticas que puede experimentar el Tratado de Libre Comercio, podría ser bastante probable que en este año se registre un abrupto descenso en el impulso exportador. En segundo lugar, no existen, para los próximos 24 meses, proyectos mineros de las dimensiones de Camisea o Antamina, a punto de madurar y que puedan contrarrestar, los problemas que podrían compensar el efecto de un deterioro en el dinamismo de nuestras exportaciones no tradicionales. En tercer lugar, las cotizaciones internacionales de varios nuestros productos de exportación tradicional, superan sus valores tendenciales y, por esta razón, cualquier gobernante sensato debe comenzar a pensar como puede amortiguar los efectos de su predecible caída. En cuarto lugar, las tasas internacionales de interés continúan subiendo y es predecible que lo sigan haciendo durante todo el próximo año. En quinto lugar, los desarrollos de nuestra política interna ha incrementado, las primas de riesgo político que las los inversionistas extranjeros aplican a los créditos extranjeros. Finalmente, nuestra economía se ha vuelto excesivamente dependiente para su crecimiento de la dinámica del sector construcción y del comercio inmportador. No es una estructura sólida de crecmiento y, por esta razón, puede colapsar con relativa facilidad después del 28 de julio.