¿Conoceremos límites, ahora que con la pericia requerida, volamos por los espacios abiertos y experimentamos, acaso, por primera vez nuestra naturaleza, tan predispuesta hacia la disminución y la levedad de la presencia; tan dispuesta a dejarse disolver en las negras aguas de la primera melancolía como las olas que la reventar contra la playas, mutan es espumas, y se consumen para siempre, entre las negras playas de la playa? ¡Qué extraño me siento, ahora que sé, que no tengo nombre, y, finalmente, me reconozco, como difusa cualidad, relación pura, encarnada relación! Ahora que reconozco no sin cierto malestar, no sín experimentar la más profunda tristeza que, acaso, no estoy hecho para experimentar la Sensualidad de la Interpretación, ni comprender ; ahora que comienzo a tener las fuerzas suficientes para enfrentar vista de la primera tristeza; ahora que puedo escuchar, como gimen las palabras, como incontenibles me disuelven, cómo me despedazan, lentamente. Experimentar el primer dolor, como el temblor de la misma carne, sentir el mismo pavor que experimente, cuando era joven y llore sin poder parar ; consumado horror esa mutación del cuerpo en un simple artefacto mecánico pero lo verdaderamente extraño , ahora que recuerdo, fue la comprobación de la consciencia que separada observaba como la carne con decisión propia ; ¿no fue, acaso, ese el primer paso hacia la afirmación de hoy,; sólo cuando adquirimos la capacidad de vernos separados es que estamos en condiciones de nacer por segunda vez. Demoré mucho y casi agoté el tiempo concedido pero encontré la llave que conduce hacia el reino de Ana. ¡Puedo, desde mi ventana, como lo hice ayer mirar en le cielo volar nuevamente a los gansos salvajes y a un halcón perseguir entre las copas de los árboles a indefensas palomas! Quizás, imitando a mis abuelos mute en pájaro y sea yo quien tome a la Kore de las Aguas del Mar de la Memoria para que Ana, la terrible señora del aspecto Triple, le arranque los ojos que la ligan todavía a la interpretación , y, así , completa regresar e inventar nuevamente el propósito del Mundo.
El Vuelo del Ganso Salvaje
¿Conoceremos límites, ahora que con la pericia requerida, volamos por los espacios abiertos y experimentamos, acaso, por primera vez nuestra naturaleza, tan predispuesta hacia la disminución y la levedad de la presencia; tan dispuesta a dejarse disolver en las negras aguas de la primera melancolía como las olas que la reventar contra la playas, mutan es espumas, y se consumen para siempre, entre las negras playas de la playa? ¡Qué extraño me siento, ahora que sé, que no tengo nombre, y, finalmente, me reconozco, como difusa cualidad, relación pura, encarnada relación! Ahora que reconozco no sin cierto malestar, no sín experimentar la más profunda tristeza que, acaso, no estoy hecho para experimentar la Sensualidad de la Interpretación, ni comprender ; ahora que comienzo a tener las fuerzas suficientes para enfrentar vista de la primera tristeza; ahora que puedo escuchar, como gimen las palabras, como incontenibles me disuelven, cómo me despedazan, lentamente. Experimentar el primer dolor, como el temblor de la misma carne, sentir el mismo pavor que experimente, cuando era joven y llore sin poder parar ; consumado horror esa mutación del cuerpo en un simple artefacto mecánico pero lo verdaderamente extraño , ahora que recuerdo, fue la comprobación de la consciencia que separada observaba como la carne con decisión propia ; ¿no fue, acaso, ese el primer paso hacia la afirmación de hoy,; sólo cuando adquirimos la capacidad de vernos separados es que estamos en condiciones de nacer por segunda vez. Demoré mucho y casi agoté el tiempo concedido pero encontré la llave que conduce hacia el reino de Ana. ¡Puedo, desde mi ventana, como lo hice ayer mirar en le cielo volar nuevamente a los gansos salvajes y a un halcón perseguir entre las copas de los árboles a indefensas palomas! Quizás, imitando a mis abuelos mute en pájaro y sea yo quien tome a la Kore de las Aguas del Mar de la Memoria para que Ana, la terrible señora del aspecto Triple, le arranque los ojos que la ligan todavía a la interpretación , y, así , completa regresar e inventar nuevamente el propósito del Mundo.
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