El Eterno Rettorno

La interpretación de la historia humana en esta forma fascinó evidentemente a Platón (Timeo, 21e-23c y Política, 269c-273e) y la misma doctrina reaparece en uno de los pasajes más famosos de Virgilio, de la Cuarta Égloga:

Ultima Cumaei venit iam carminis aetas;

Magnus ab integro saeclorum nascitur ordo.

Iam redit et virgo, redeunt Saturnia regna,

Alter erit tum Tiphys et altera quae vehat Argo

Delectos heroas; erunt etiam altera bella

Atque iterum ad Troian magnus mittetur Achilles1




Virgilio emplea la teoría cíclica para adornar un himno de optimismo inspirado en la pacificación del mundo helénico de Augusto. Pero ¿constituye un motivo de congratulación que “otras guerras vuelvan a lucharse”? Muchos individuos que han tenido vidas razonablemente logradas y felices han declarado que no les gustaría volverlas a vivir, ¿y es su historia a la larga más digan de un “bis” que la biografía media? Esta pregunta que no se hace Virgilio la contesta Shelley en el último coro de Hellas, que comienza como una reminiscencia virgiliana y termina con una nota que es por completo de Shelley:

La gran edad del mundo comienza de nuevo,

Los años dorados retornan,

La tierra parece un reptil renovado,

Sus malezas invernales mueren;

Los cielos sonríen, y fes e imperios resplandecen

Como restos de un sueño desaparecido...

Un Argos más altivo hiende el océano,

Cargado de una nueva presa;

Otro Orfeo vuelve a cantar,

Y ama y llora y muere;

Un nuevo Ulises deja una vez más

A Calipso por sus costas nativas.

¡Oh!, no escribas más la historia de Troya,

Si la tierra ha de quedar en las manos de la Muerte

Ni mezcles en rabia como la de Layo la alegría

Que amanece sobre los libres,

Aunque una esfinge más sutil renueve

Enigmas de muerte que Tebas no conoció nunca...

¡Oh, cesa!, ¿deben retornar el odio y la muerte?

¡Cesa!, ¿deben los hombres matar y morir?

¡Cesa!, ¡no apures hasta sus heces la urna

De la amarga profecía!

El mundo está fatigado del pasado,

¡Oh, si pudiera morir o descansar al fin!

Fuente: Arnold J. Toynbee: Estudio de la Historia. Compendio de D. C. Somervell, Volumen 1, pp. 374-375 . Alianza Editorial, Madrid: 1971. (Original: 1946).


1 “Ya la gran edad predicha en la profecía cumea ha llegado; el gran orden de las edades viene a nacer de nuevo. Ya la Virgen y la Edad Dorada están retornando; ya una nueva raza está siendo enviada desde los Altos Cielos... Habrá otro Tifys y otro Argos para dirigir una banda escogida de héroes. Otras guerras se volverán a luchar y otra vez el magno Aquiles será enviado a Troya.”