¿Cuál es la misteriosa determinación que impulsa a las principales autoridades peruanas a contratar con el Fondo Monetario Internacional un acuerdo Stand by? No es la motivación una apremiante urgencia financiera pues el arreglo no proporciona recursos al Fisco sino al Banco Central y esta institución no necesita, en las circunstancias actuales, liquidez adicional. Tampoco resulta plausible la justificación alternativa que afirma que este arreglo financiero posee una gran utilidad pues le permitirá al Perú defenderse contra los peligrosos riesgos de la inestable coyuntura internacional. La suma contratada es demasiado reducida para ser de de utilidad a este respecto. ¿Necesita, acaso, el Banco Central más reservas internacionales? ¿Tan negro es el futuro curso del porvenir que nuestras afligidas autoridades después de contemplar el apocalíptico panorama han comenzado a tomar en serio la posibilidad de que podamos perder todos nuestros activos internacionales? Como pienso que nuestras autoridades económicas son personas sensatas y, por esta razón, poco propensas a ejercicios tan desenfrenados, me inclino a pensar que tampoco esta posibilidad explica la potente motivación que lleva a la firma de una nueva carta de intención
¿Qué explica, pues, la firma de este memorando de entendimiento entre el Fondo Monetario Internacional y los representantes del gobierno peruano? ¿Cuál es en realidad la función de este destacado documento? Parece que se trata de una conveniencia interna, es decir, de un vehículo que tanto el Ministerio de Economía y Finanzas como el Banco Central encuentran útil para contener los ocasionales desenfrenos de nuestra representación nacional y de otras esferas del poder ejecutivo. Aunque cuestionar la política económica siempre resulta un ejercicio difícil, lo es más si las propuestas económicas del Ministerio de Economía y Finanzas se incluyen en
Podemos empezar porque es la primera vez que se incluye un compromiso de esta naturaleza por el quinto artículo de
Si bien los compromisos asumidos en cuestiones de política monetaria no constituyen ninguna novedad, resulta bastante interesante este nuevo compromiso que busca preservar la autonomía del Banco Central. ¿Percibe el directorio del Banco Central algún desarrollo que atente contra su autonomía? Pace que efectivamente este es el caso. Ya, el año pasado, en algunas comisiones del congreso se discutieron varias propuestas legislativas para modificar la composición del directorio. En el momento actual, varios congresistas discuten otra propuesta legislativa que pretende transferir a
No sólo se limita este memorando de entendimiento a cuestiones que tienen que ver con la política monetaria ya que también el Ministerio de económica asume en el documento importantes compromisos. Hay, en efecto, en
El arreglo con el Fondo Monetario Internacional incluye también compromisos cuantitativos en política fiscal. Para este año establece como meta de política fiscal una disminución del déficit del sector público a uno por ciento del PBI. Se espera que los tributarios se mantengan en 13,5 por ciento porcentuales del PBI, eliminar los pagos del Anticipo Adicional del Impuesto a la renta, el impuesto extraordinario de la solidaridad y reducir la tasa de impuesto selectivo a los combustibles. Planea el MEF cancelar estas pérdidas en tributos con un impuesto temporal a los activos netos, la mejora en la administración tributaria y el aumento en la recaudación en el impuesto a la renta.
Finalmente, existe la expresa intención para fomentar una mayor eficiencia en la intermediación financiera mediante el desarrollo del mercado doméstico de capitales. Se contemplan medidas para profundizar el mercado de títulos valores y fomentar una competencia adicional entre las administradoras privadas de fondos de pensiones. Por ejemplo, en el mes de noviembre, entrará en operación un sistema que le permita a estas instituciones ofrecer carteras de inversión con diferentes características en materia de retorno y riesgo. Asimismo,